domingo, 17 de diciembre de 2006

metanavidad

cenas, copas, más cenas, conversaciones estúpidas, resacas, báscula, termalgil, más cenas, "la firma", unas cañitas rápidas para "por lo menos vernos", pacharán casero, cajero automático, tarjetas de navidad,...Estos son los tags que mejor definen estas fechas para mí, asumida ya la total infección por el síndrome pre-navidad, ya solo me queda intentar menguar los daños.
Hoy me he vuelto a despertar con Eva a mi lado, no ha habido polvo de buenos días. El excesivo protocolo que existe en nuestras relaciones sexuales hace que pierda el interés y el deseo rápidamente. Apenas pasamos del misionero y gracias.Seguramente la relación termine muriéndose de forma natural como aquella planta feucha para la que nunca encuentras tiempo de echar agua.
Ayer Eva volvió a encerrarme en una emboscada... esta vez en forma de cumpleaños de una "amiga" (con muchas comillas) y una cena en la que nadie conoce a casi nadie. Grupo más heterogéneo que heterosexual, mucho falso glamour, gomina y pelo hacia atrás, conversaciones sobre dietas, y escapadas al baño en grupitos de a tres para volver a la mesa con una sonrisa nerviosa, petarda con una tristeza en los ojos característica del prozac que alardeaba de tetas nuevas, personas que intentan pasar desapercibidas, personajes de Gran Hermano.El patético panorama que me esperaba me obligó a fingir un desmedido cansancio que terminó por la formal excusa y el programado mutis tras acabar la copita de rigor.
Lo que más me ha sorprendido, sin embargo, durante esta semana ha sido observar la idiosincrasia dentro de las relaciones que se establecen en mi empresa, ejemplo claro, de firma de gran tamaño, de personal muy cualificado, refugio de trepas, oportunistas, vividores y germen de los que serán futuros directores que controlarán las mayores empresas en esta ciudad (ya no digo país).Y fuera de todas las métricas que definen los de recursos humanos, evaluaciones de desempeño, planes de carrera, programas de desarrollos de habilidades, etc. Fuera de todo esto no hay mejor medidor que el "cómo te llama la gente" para saber en qué fase de progreso estás.
He podido observar tres niveles muy diferenciados:
1) que te conozcan por tu posición o el lugar donde estás... "es el nuevo de la tercera planta que entró este año"
2) nombre y apellidos, imperceptiblemente separados más tu departamento que constituye el apellido "pedroperez
financiero"

3) nombre y apellidos, imperceptiblemente separados "pedroperez"
4) nombres propios: david, jorge...
Estos últimos son de los que gozan de un mayor reconocimiento dentro de la empresa, reconocimiento que se consigue a base de acercarse a las personas que tienen poder, mostrarte como un tipo desenfadado y con una capacidad inherente de saltarte el protocolo en las reuniones sociales, establecer vínculos con todos pero con ninguno en forma de amistad, adquirir y publicitar que has adquirido bienes materiales de cierta importancia BMWs, Audis, casa en la playa) y siempre tener un plan para un finde las próximas semanas al que te puedes apuntar.
En fin, es la empresa que me ha tocado vivir... o seguir la rueda o convertirme en un idealista ventajista que conciba esto como un trampolín a algo mejor...esta es la gran disyuntiva.
De esta forma se va consumiendo la primera etapa de estas navidades. La segunda estará marcada por mi viaje a mi ciudad natal para ver a mi familia... y la tercera, retorno a Madrid, nochevieja, propósitos de año nuevo, y vuelta al espacio de confortabilidad que consituye la rutina.

domingo, 10 de diciembre de 2006

resucitando...

sábado de gloria, domingo de resurrección...
El plan B terminó improvisándose a base de salir jueves, salir viernes, salir sábado y un viajecito gastronómico a Ávila para ser seducidos por el sabor de un buen chuletón.
De nuevo el vaso de los remordimientos dominicales está lleno, de nuevo vuelve a emerger la luz roja de "chaval, tienes que bajar el ritmo", todo esto tras realizar un cálculo matutino de cuantas copas habían caído este finde. Diecisiete para ser exactos... mi hígado y yo mantenemos una antigua disputa sobre quien acabará con el otro antes...
Mis crueles intenciones de "ligar para olvidar" mi ambigua relación con Eva no han dado su fruto. Al parecer he perdido mi toque seductor en los bares (si es que alguna vez lo tuve). Como mucho conseguí acercar a alguna mujer hasta la zona de la pista donde yo bailaba, e incluso alguna osó colocarse justo delante para facilitar un supuesto acercamiento, pero ellas no cuentan con el factor 46, que no es otra cosa que mi número de pie, que provoca que el supuesto acercamiento se convertía en pisotón, disculpas, enrojecimiento de sus mejillas y posterior alejamiento.
No tengo la culpa de medir 1.85, ni calzar el pie que calzo, cosa que a veces ha dado pie, nunca mejor dicho, a hacer la gracia "chica, no sabes que todo va en proporción??...
En fin, que ni el corte de pelo del jueves, ni los comodines autobronceadores ni los caciquecolas lograron darme las dosis de autoestima necesarias para pasar de la intención a la acción e intentar conocer a alguna mujer interesante.
Tampoco lo consiguió una conversación por messenger prometedora con Elena. Elena es Madrid, opositora, 30 y... es también una necesidad alarmante de que un tío la escuche y la valore,... dispuesta a dejar a su novio de varios años porque "las cosas están mal". Le tiré un farol... "quedemos esta noche" y ella se tiró otro... "no podemos quedar porque acabaríamos juntos", todo esto tras un nuevo intercambio de fotos y piropos de rigor. Suena tan estúpido como realmente resulta ser. Peligrosamente intuyo que será mi próxima relación ambigua.
Hoy me llamó una de mis ex, con derecho a "cuota de atención", a amistad pactada y a roces tontunos cuando nos encontramos muy de vez en cuando. La mujer que hizo que aprendiera y desaprendiera de las mujeres, intensa, viva y, a la vez, muerta, compleja como un sudoku. Llamó para comunicarme un problema familiar, y para demandar su dosis de atención que oportunamente siempre tendrá, en deuda por todo lo que me hizo sentir.
El domingo se escapa, otro domingo más se escapa entre películas que veo pero que no acabo de atender, pasta con napolitana, el "buscador de historias", mensajes de móvil y conversaciones de messenger... seres hiperconectados como diría Punset...

miércoles, 6 de diciembre de 2006

esperanzas ahogadas


Estos han sido días de cenas, copas, salidas, despedidas, contactos en falso, y la percepción de que el miedo pre-navidad sigue acechando y expandiendose dentro de mí de forma proporcional al número de lucecillas que se encienden en las calles de la ciudad.
Estos días he vuelto a Barcelona por trabajo, y ha vuelto a sucederse la rutina de aeropuertos, máquinas de auto-checking, conversaciones estúpidas con taxistas fachones que escuchan a Losantos a las seis de la mañana (para ellos, 6 de la madrugada para mí...), controles de seguridad donde he tenido que desprenderme de mi desodorante Axe Vice, comprado en Buenos Aires, que como dice la publicidad: "Vuelve peligrosa a la más inocente". Sin duda, "Una mezcla audaz de frescura y masculinidad...".
Realmente no sé a cuantas habrá vuelto inocentes, pero a mi me volvió irritable, hiper-sensible, e irascible... y me he vuelto a poner injustificadamente triste en circunstancias banales... cuando un taxista no salió del coche a darme la maleta después de haberle dejado una buena propina o cuando la chica de la limpieza del hotel (un cinco estrellas en plena diagonal) no repuso el set dental y la toallita desmaquillante.
Para que carajo quiero la toallita? Me encanta ofrecérselas a las mujeres que pasan por mi habitación de Madrid antes de meterse a la cama junto con el set dental, no es cuestión de higiene, es una cuestión de empatía y altruismo obsesivo. La sorpresa de la mañana siguiente me ha hecho dudar muchas veces de seguir con esta actitud, pero siempre me he puesto como pre-requisito para una relación seria "estar con una mujer que me provoque despertar, de forma natural, media hora antes de que suene el despertador para que hagamos el amor".
De momento solo lo ha conseguido una mujer, lastima que se encuentre a 10mil kilómetros de distancia.
La señorita Eva al final acabó yéndose al sur con su pareja de amigos, y los hijos de él. Sí, sí, con los amigos del restaurante del viernes, dramáticamente divertidos y graciosos, tanto como faltos de glamour, conversación inteligente y repletos de convencionalismos.
Te das cuenta en seguida cuando charlas con alguien que no recurre siempre a los lugares comunes habituales. Es como hablar con alguien especial, poca gente demuestra un solo sentimiento durante la charla de presentación. Será lo anodino del carácter europeo que se nos está contagiando?? véase el polo opuesto, Argentina...
Concluyendo, el plan B para disfrutar minimamente del puente está en fase de elaboración...

sábado, 2 de diciembre de 2006

dudas extremas

Resulta extraño como el mecanismo de desilusión puede alojarse de una forma más rápida incluso que unas larvas de anisakis... Entra de forma sutil, se instala en lo más profundo del corazón... empieza por comerte la esperanza...termina fagocitando ilusiones...
El tercer encuentro con Eva, y esta vez ha desaparecido incluso el deseo de tener sexo con ella. Eva es mi n-ésimo contacto iniciado a través de internet, suscitado después de compartir cuatro charlas mínimamente profundas por messenger y avasallarle con una compendio de halagos y piropos tempranamente inmerecidos. Es el tiempo que nos ha tocado vivir, nunca me gustó ligar en museos, librerías o cafés bohemios,... y los bares de copas albergan un protocolo venido a menos, irritante, cansino... Renovarse o malvivir, y uno tiene necesidades, aunque sean originadas por los gurús del marketing o por tele-series de moda americanas...
Eva mira de una forma seductora, sesea con insultante desprecio, gesto castizo aunque afortunadamente no resalta las jotas, ni se acompaña de desmedidos ejjjjques para comenzar las frases. Moderada en las ideas, segura de si misma, de lo que hace en la vida, (gestionar inmuebles en una gran empresa)...
Lo mejor de Eva es que no sé quién es, y nunca lo sabré, porque simplemente no estamos en registros similares. Es una relación condenada al fracaso.... Me tachará de eterno clasista, pero ayer la evidencia de la incomodidad ante sus amigos me hizo repensar el grado de dedicación que le doy a esta oportunidad.
No puedo con la gente que sobreactúa cuando bebe, que sólo se expresa cuando comienza a sentir efluvios de alcohol en su cerebro. Gente cuyos lugares comunes son unas cuantas conversaciones sobre "lo que dice la gente", temprana a la ofensa estúpida, charlas sobre la increible inteligencia o las preferencias de sus hijos... Patetismo en su máxima expresión. Cómo puede haber alguien que no le guste el bar Areia?? resulta algo demencial...sus amigos son así.
Me sentí muy triste cuando, ante tal demostración de convencionalismo, sólo pude responder con una mentira piadosa afirmativa a la obligada pregunta "te han gustado mis amigos?".
La noche concluyó tras ejemplificar el estúpido ritual proteccionista de "quédate a dormir, que así no puedes conducir" conseguí que se acostara en mi cama, conseguí que se desnudara, y conseguí tener una erección lo suficientemente firme y jugosa cómo para completar un polvo sino precoz, al menos temprano.
La irritación no dejo de crecer cuando comprobé que Eva ronca cuando duerme. Adios glamour, bienvenido egoismo...